Viaje de mierda... pero en buena compañía.

¿Cuándo un viaje que tenía que ser la hostia se convierte en insufrible? Cuando todo te sale de puta pena.

Nueve meses… ¡¡NUEVE!! me pasé flipando con mis compañeros de clase y gritando por los pasillos: ¡CRUCEROOOOOOOO! Y diciéndoles a mis amigas: “yo en tu camarote no me quedo” o… “¿TE DAS CUENTA DE QUE NOS VAMOS DE CRUCERO?”. Todo el rato así… durante muchísimos días. Feliz porque lo más lejos que había ido era a Madrid y solo vi el Palacio de los Deportes y… ah, sí… a BEYONCÉÉÉ! (y a Pilar Rubio, que para el caso podía haberme hecho la ciega)

Pero pasemos a lo importante… ¿qué pasó? ¿Por qué me pasé una tarde diciéndole a mi tía por mensajes que me sacara de ahí como si fuese tan fácil traerme de vuelta desde el Mediterráneo? (Mi tía la del Twingo, por cierto)

Primera razón:
Llegamos al aeropuerto de Gran Canaria a las cuatro y media de la mañana del día 30 de junio de 2009 (Ha llovido, sí… y tanto) ¿Y qué nos dicen? Que nuestro avión está estropeado y que lo están intentando arreglar… un rato después, nos informan de que tendremos que esperar hasta que venga uno de Madrid porque el nuestro no se puede arreglar. (A ver, almas de cántaro… NOSOTROS QUEREMOS IR A MADRID… ¡¡NO NOS IMPORTA QUIÉN VENGA DE ALLÍ!!)

Pero nos resignamos porque no nos queda otro remedio y jugamos a las cartas, nos hacemos fotos, gritamos por el aeropuerto que nos vamos de crucero, intentamos dormir, desayunamos invitados por los de Iberia… que parecían amables y todo… Y… ¡EL AVIÓN SALE A LAS ONCE Y MEDIA DEL MEDIODÍA! Sí, señores y señoras… cerdos y cerdas míos que me leen… ¡SIETE PUÑETERAS HORAS TIRADOS EN EL AEROPUERTO! Que al principio, pues mira, nos reíamos pensando: “empezamos bien, ¿eh?” O “No me quiero ni oler lo que pasará después si el principio es así”.

Y sí, podía ir peor.

Segunda razón:
Aeropuerto de Madrid, 14:00 hora god… digo… PENÍNSULAR.

Cincuenta y dos personas esperando a que nos den los billetes porque, obviamente, el barco no salía de Madrid y había que ir hasta Valencia. Pero nosotros, por culpa del retraso… (Del avión y de las azafatas de Iberia) habíamos perdido el enlace con Valencia.

Azafata “simpática” de Iberia: “Es que a nosotras no nos importa si ustedes van de crucero”
Azafata “simpática” de Iberia nº2: “Ustedes viven en una isla porque quieren”
Primera azafata de nuevo (que ya se podía haber ahorrado seguir hablando después de la primera gilipollez): “O cogen los billetes que tenemos a las seis de la tarde o aquí se quedan”. (Sí, los cojones me iba a quedar yo ahí viendo tu cara de malfollá… capulla)

Yo lloro, no lo puedo evitar… tenía sueño, tenía muchísimas esperanzas en ese viaje y creí que todo iba a ser maravilloso... y lo más importante: ¡EN BREVE EMPEZARÍA SLQH Y YO ME LO IBA A PERDER POR PRIMERA VEZ! (Bueno vale, en ese momento no pensé en sé lo que hicisteis)

Llamo a mi madre y hablo mal de las azafatas acercándome lo máximo posible a ellas, con intención de que me escucharan. Mi profesora me dice que no preocupe a mi familia, que todo iba a salir bien y que llegaríamos a tiempo. MEEEEEEC. ERROR.

Esto que he escrito no es gracioso, lo sé… es simplemente una forma de desfogarme... (DESAHOGARME, perdón) después de recordar que mi madre se dejó 1000€
en un viaje del que yo me quería volver al segundo día. Tengo más, pero no quiero aburrir.

Resumiré todo diciendo que el barco se nos escapó y tuvimos que coger un Ferry desde Valencia hasta Ibiza para cogerlo allí… un Ferry que tardó toda la noche y… sí, señores… yo estaba sin comer y sin cenar porque de los nervios no me entraba nada en el estómago y… ¡TODOS SIN DUCHARNOS! Más de 36 horas sin ver una ducha, ni un poquito de gel que echarnos en el cuerpo… que yo me escurrí el pelo para que mi amiga se friera los nuggets… (og… me ha dado asco hasta a mí)

Y aún pasaron más cosas, como que no teníamos las bebidas pagas (cuando en realidad sí que las habíamos pagado), que no viniera a recogernos la guagua para una de las excursiones, que si te metías en la piscina más de diez minutos seguidos se te caían los ojos, que mi compañera de camarote lo dejaba todo manga por hombro, que… ¡UN DESASTRE!

¿Y saben por qué no me arrepiento de nada?
Porque iba con dos personas importantísimas para mí, porque aprendí que las cosas no tienen por qué salir siempre bien, porque disfruté muchísimo más de la pequeña escapada que me hice tres meses después a Madrid y porque me ahorré el dinero que podía haberme gastado en aquella excursión a la que no fuimos.

Diccionario canario-español, español-canario:

Guagua: autobús :)
Godos: USTEDES para NOSOTROS… pero con cariño amigos, con cariño.